Los combustibles aumentan y crece la dispersión de precios entre la Capital y varias provincias.
Los precios de los combustibles continúan registrando ajustes, pero la dispersión de valores entre la Capital Federal, el Conurbano y el interior del país no se corrige: la diferencia ya supera ampliamente los 2 pesos con las provincias del norte.
Si se tiene en cuenta que los patagónicos tienen un beneficio exclusivo en el precio de los combustibles, la diferencia de lo que paga un barilochense respecto a un formoseño, un chaqueño, un correntino o un misionero, es del 50,65 por ciento.
El valor de la nafta súper de la petrolera estatal YPF en las estaciones de servicio de la Capital Federal se ubica en los 13,80 pesos por litro, mientras que en Resistencia ya alcanzó los 16,03 pesos: una diferencia de $2,23.
Así, llenar el tanque de 55 litros de un Volskwagen Gol Trend -uno de los modelos más vendidos en la Argentina en los últimos cinco años- tiene un costo de 759 pesos en Capital y de 881,65 pesos en Resistencia (una diferencia del 16,15%).
La fórmula Infinia -la nafta premium de la petrolera de bandera- se ubica en los 15,56 pesos tras el reciente ajuste del 6 por ciento aplicado por el Gobierno de Mauricio Macri, y en Resistencia se ubica en 17,37.
En una localidad del interior de la provincia del Chaco, como Pampa del Indio, Castelli o Quitilipi hay que sumarle unos 60 centavos más por litro, tanto a la nafta súper como a la Infinia, al diésel 500 y al Euro.
En todos los casos, los precios de YPF son más baratos que lo que muestran en sus carteles las compañías Axion, Shell, Petrobras y Oil, y cuanto más distancia hay entre los pueblos y la refinerías, mayor es la dispersión de valores.
La nafta V-Power nitro plus (premium) de la angloholandesa Shell alcanzó los 18,65 pesos en Corrientes capital mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la misma compañía cobra 16,45 el litro del mismo combustible.
En la Patagonia los combustibles son más baratos que en cualquier otro lado: desde 1991 rige un descuento al sur del Paralelo 42 (a la altura de las localidades de El Bolsón en la zona Andina y Sierra Grande en la zona Atlántica) y hasta Tierra del Fuego.
Desde el 1 de diciembre último se aplica el mismo descuento a la zona conocida como Patagonia Norte.
Una ley para la Patagonia
Esta situación de inequidad se debe gracias a la exención del impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC), una ley impulsada por los senadores Miguel Pichetto (Río Negro) y Guillermo Pereyra (Neuquén). El privilegio alcanzó entonces a la totalidad de los territorios provinciales de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, así como el departamento mendocino de Malargüe y el partido bonaerense de Patagones.
Cuando se sancionó, en 1991, la ley 23.966 pretendía beneficiar a una región muy alejada del centro del país y con condiciones climáticas adversas.
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